El papel de las etiquetas en la experiencia del cliente: Más allá de la Información
Las etiquetas no solo cumplen la función de informar sobre un producto; también son una extensión de la marca y una oportunidad para mejorar la experiencia del cliente. Un buen diseño y la elección adecuada de materiales pueden influir en la percepción del consumidor y en su decisión de compra.
La primera impresión: Diseño y sensaciones.
La etiqueta es lo primero que ve el cliente al interactuar con el producto. Factores como el color, la tipografía y los acabados pueden generar emociones y asociaciones con la marca. Algunos ejemplos pueden ser:
- Colores y tipografías. Los tonos cálidos pueden transmitir cercanía, mientras que los metálicos reflejan lujo y exclusividad. La tipografía también juega un papel clave en la identidad de la marca.
- Espacio y legibilidad: Un diseño limpio y equilibrado facilita la lectura y genera confianza.
- Impacto visual en el punto de venta: Una etiqueta llamativa puede diferenciar un producto en un estante lleno de opciones.
Materiales y acabados que mejoran la experiencia.
Más allá de la estética, los materiales y acabados juegan un rol crucial en la experiencia sensorial del consumidor. Detalles como las texturas, los relieves, tintas holográficas o elementos interactivos como QR, Realidad Aumentada etc. son elementos que pueden hacer que un producto se sienta más premium o cree una experiencia visual más atractiva.
Personalización
La democratización de la impresión ha permitido que las marcas ofrezcan etiquetas personalizadas para cada momento. Las ediciones limitadas son un buen ejemplo de esto, con tiradas más pequeñas y diseños exclusivos para conmemorar un acontecimiento o un hito. Por lo general, el consumidor siente que estos productos tienen una calidad superior y, por tanto, son mejores.
El impacto de las etiquetas sostenibles en la percepción de la marca
Hoy en día los consumidores están más preocupados que nunca por el impacto ambiental de los productos que compran. Según estudios recientes, más del 60% de los compradores están dispuestos a pagar más por productos con envases sostenibles, y las etiquetas no son una excepción. En este post hablaremos sobre cómo puedes mejorar la imagen de marca y fomentar decisiones de compra positivas.
¿Qué son las etiquetas sostenibles?
Son aquellas diseñadas para minimizar su impacto ambiental. Esto puede incluir:
- Materiales reciclados o reciclables
- Materiales biodegradables
- Tintas a base de agua o vegetales
- Procesos de impresión optimizados que reducen el desperdicio de recursos
Beneficios para tu marca
Incorporar etiquetas sostenibles puede ofrecer ventajas, como por ejemplo:
- Mayor atracción de consumidores conscientes. Cada vez más personas buscan marcas que reflejen sus valores. Al usar etiquetas sostenibles, tu producto puede captar la atención de este público y fidelizar a nuevos clientes.
- Diferenciación en el mercado. En un mercado saturado, un producto sostenible puede hacer que destaque entre los demás. La elección de papeles reciclados, texturas naturales o acabados ecológicos pueden agregar un toque distintivo a tu diseño.
Ejemplos de etiquetas sostenibles
- Alimentos orgánicos. Muchas marcas han optado por etiquetas de papel reciclado con tintas vegetales para resaltar su compromiso con lo natural.
- Cosméticos naturales. Etiquetas biodegradables o de bambú que reflejan una estética minimalista y responsable.
- Productos premium. El uso de acabados ecológicos como laminados a base de polímeros permite las marcas de lujo mantener una apariencia sofisticada sin comprometer la sostenibilidad.
La importancia del acabado en las etiquetas
Siempre hablamos de lo importante que es dar una buena imagen de nuestro producto, ¿pero cómo podemos conseguirlo? Hay muchas formas de lograrlo, pero en esta publicación nos centraremos en lo que transmitimos y cómo lo hacemos con las etiquetas de los productos.
Una buena impresión puede tener muchos motivos, y es algo muy subjetivo y no aplicable a todas la personas por igual. Sin embargo, hay ciertos detalles que suelen ser universales como por ejemplo el golpe seco, un acabado capaz de generar en el consumidor una percepción diferente en la vista y en el tacto. Se trata de un pequeño toque que se aplica sobre alguno de los elementos de la etiquetas para resaltarlo, y se puede poner sobre el nombre de marca o sobre un elemento gráfico del diseño de la etiqueta. Al tacto se nota el relieve y provoca una impresión más profesional (y quizás premium) que una etiqueta de toda la vida.
La forma o troquel de la etiqueta. Una etiqueta de toda la vida será cuadrada, rectangular o circular, pero no debemos limitarnos a esas formas simples. El mundo de los troqueles es infinito, y cualquier forma que se te ocurra tiene cabida. Destacarás respecto a las demás etiquetas por usar un diseño innovador o apropiado a tu producto, pero cuidado, tampoco te excedas y hagas formas sin ton ni son o inadecuadas; un poco de sentido común siempre viene bien, más teniendo en cuenta que posteriormente deberás imprimir en esa forma recortada.
El stamping también es una opción muy adecuada para dar un resultado más vistoso a nuestras etiquetas. Normalmente se suele utilizar para destacar el logo de la empresa, los títulos o detalles que quieres que se vean de un primer vistazo. Como con todo, no debemos excedernos y hacer todos los textos o imágenes en stamping, ya que lograrás el efecto contrario al que quieres conseguir, es decir, que el usuario no sepa a dónde mirar y acabe pasando del producto.
Características técnicas de las etiquetas de alimentos
Una etiqueta para alimento debe llamar la atención, ser clara y concisa y destacar entre las demás. Cuando vamos a un supermercado tenemos una cantidad inmensa de productos distintos, cada uno con sus colores y formas características, así que la tarea de poder sobresalir entre los demás es una tarea titánica. Sin embargo, para poder vender nuestros productos de manera correcta y legal debemos tener en cuenta una serie de características técnicas que, aunque a priori puedan parecer lógicas, debemos cumplir a rajatabla. En este post haremos un breve repaso de algunas de ellas.
- Denominación, de tal forma que identifique exactamente lo que ofrece.
- Ingredientes de mayor a menor peso. Obligatorio excepto en productos que proceden de un solo ingrediente como puede ser, por ejemplo, la fruta, hortalizas y patatas sin manipular.
- Alérgenos. Se destacan todas las sustancias usadas en la fabricación y presentes en los productos susceptibles de causar alergias o intolerancias.
- Cantidad neta exacta expresada en litros, centilitros, mililitros, kilogramos o gramos según el tipo de producto.
- Fechas de duración o de caducidad.
- Conservación y utilización . Se identificarán pautas cuando un alimento tenga condiciones especiales de conservación y/o utilización.
- Empresa. Se indica el nombre, razón social y dirección de la empresa alimentaria.
- País de origen / lugar de procedencia. Carnes de ovino, porcino, caprino y aves de corral es obligatorio identificar el país de origen o lugar de procedencia.
- Modo de empleo. Permite identificar un uso apropiado del alimento.
- Alcohol. En las bebidas que contengan más de 1,2% de alcohol, se debe identificar el volumen de alcohol.
- Información nutricional. Donde se incluirá el valor energético, cantidad de grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal.
Cada vez hay más personas interesadas en seguir un estilo de vida saludable, lo que hace que el etiquetado de alimentos sea más leído por los usuarios. Por eso, es necesario cuidar la información que se transmite.
En este sentido, además de los datos obligatorios que se tienen que incluir en el diseño (ingredientes, procedencia, alérgenos…), también conviene seguir las recomendaciones de AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición) con el fin de que los consumidores comprendan las declaraciones nutricionales y propiedades saludables que figuran en el etiquetado de los alimentos. Entre ellas, destacan dos:
- No se puede incluir información errónea o que lleve a malentendidos. Así, está prohibido declarar propiedades que no ofrece el producto, como prevenir, tratar o curar enfermedades, ya que esto queda restringido a los medicamentos.
- No está permitido hacer referencia al ritmo o a la magnitud de la pérdida de peso.
Tipos de papel para etiquetas
Una característica muy importante a la hora de realizar etiquetas para nuestros productos es el tipo de papel. Como lo más probable es que tengas dudas acerca de qué papel elegir, en este post aclararemos dudas y conceptos para que la impresión y el acabado final sean el más adecuado.
Existen muchos tipos de papeles adhesivos. De hecho, podemos encontrarnos con varias clasificaciones dependiendo de sus materiales, usos y funciones. Véase, por ejemplo, el papel adhesivo para imprimir, el papel vinílico, el papel autoadhesivo mate o bond, el papel transfer, los adhesivos para vidrios y ventanas, el papel adhesivo para la impresión de etiquetas… Nosotros te proponemos la siguiente clasificación para que no haya dudas:
- Papel adhesivo permanente: Se trata de un papel adhesivo que destaca por la gran adhesión inicial y final. Es un papel utilizado, sobre todo, para el etiquetado de productos, véase una botella de vino, una caja de plástico, una etiqueta con el valor nutricional de un producto…
- Papel adhesivo súper–permanente: Este tipo de papel cuenta con un adhesivo de gran fijación que garantiza la sujeción en condiciones difíciles, como el polvo, la humedad… Proporciona una excelente cohesión.
- Papel adhesivo removible: Es el más popular. Este tipo de papel ofrece una fijación moderada, pero muy buena cohesión. Se trata de un tipo de papel que no deja residuos cuando es despegado, razón por la cual puede ser reutilizado en varias superficies.
- Papel adhesivo especial para congelación: En este caso nos encontramos con un papel con un adhesivo especial que resiste a la humedad y a temperaturas de hasta -30º. Es ideal para los alimentos con etiquetado que se someten a un proceso de congelación o para los que van en cámaras refrigeradas.
En cuanto al papel adhesivo para imprimir, tenemos varias opciones a la hora de elegir:
- Papel couché: O papel estucado. Este tipo de papel puede ser mate o brillante, además posee un acabado liso muy llamativo. Se trata de un papel que presenta una mayor resistencia a la humedad y al rozamiento, en comparación con otros tipos.
- Papel offset: Es el papel tradicional. Este no está estucado y su textura es rugosa y absorbente. Además, tiene la capacidad de incluir acabados especiales que le confieren una apariencia rústica o más orgánica.
- Papel verjurado: En realidad se trata de un tipo de papel offset especial. Este tiene un acabado con leves marcas transversales de grosor variable en su superficie. Las mismas pueden ser vistas a trasluz.
- Papeles especiales: Los papeles adhesivos también pueden estar hechos con otro tipo de papeles especiales para ofrecer sensaciones diferentes, como —por ejemplo— el papel perlado, el papel metalizado o el papel de alto brillo.
- Papel sintético: Es otra de las opciones más comunes en cuanto a tipos de papel adhesivo se refiere. Este tipo de papel está hecho, en su mayoría, por plásticos reciclados y es muy similar al papel tradicional. Su acabado es de color blanco y cuenta con una película de poliéster transparente.
¿Son los suficientemente legibles las etiquetas de los alimentos?
Disponer de información básica sobre los alimentos que consumimos, sus ingredientes, procedencia, si contienen aditivos, azúcares añadidos o su fecha de caducidad, se ha vuelto cada vez más crucial a la hora de asegurar una alimentación saludable y segura. Todo ello debería aparecer claramente especificado en el etiquetado de los productos, pero tal como denuncian las asociaciones de consumidores, son varios los elementos que dificultan su lectura y comprensión, que ponen en una situación especialmente complicada a los mayores y personas con dificultades de visión.
La última en poner el foco sobre ello ha sido la Organización de Consumidores y Usuarios que advierte en un encuesta realizada entre casi 1.000 personas de entre 18 y 79 años, que el 56% de las personas no lo lee con atención las etiquetas de las principales marcas. El motivo principal son las dificultades de lectura relacionada con el tamaño de la letra, «demasiado pequeña para la mitad de ellos». Esta dificultad se acrecienta con la edad, ya que la cita el 70% de los mayores de 60 años encuestados.
A raíz de estos resultados, la asociación de consumidores ha solicitado a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición que trabaje con las autoridades europeas para aumentar el tamaño de la letra del etiquetado de los alimentos, de los actuales 1,2 mm a los 3,0 mm. La OCU pide además destacar en el frontal del envase la información esencial: fecha de caducidad, lista de ingredientes y sistema Nutriscore, sin que tengan que competir en espacio con mensajes publicitarios.
Los expertos matizan que es una cuestión problemática difícil de modificar
Por el lado de los expertos recuerdan que el Reglamento (UE) no 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2011 mara que la letra del tamaño de las etiquetas debe ser mayor o igual a 1,2 mm. Pero, «no es de extrañar que se solicite este cambio, sobre todo porque puede resultar insuficiente para determinadas personas con dificultades de visión – no solo entre los mayores– y dado el respaldo que dan las cifras de la OCU que lo convierten en una demanda importante», opina Iciar Astiasarán, Catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Navarra.
Aún así advierte de que cambiar contenidos de este tipo «no suele ser sencillo» y requeriría que esta demanda se realizase también por otros países de la Unión Europea. «También hay que decir que el etiquetado de los alimentos ha sido y sigue siendo una cuestión problemática en la que resulta complicado alcanzar el equilibrio para que la información sea suficiente –permita al consumidor elegir adecuadamente–, pero no excesiva. Creo que el reglamento del 2011 fue una mejora respecto a la legislación anterior pero obviamente siempre puede mejorar».
Confusión entre fecha de caducidad y fecha preferente de consumo
Otro tema importante que señalan los expertos es el de las fechas de caducidad/consumir preferentemente antes de… «A veces esta información es difícil de encontrar y al tratarse de un tema de seguridad alimentaria debería de estar muy clara en la etiqueta», opina la catedrática de Nutrición. Sobre este asunto, la OCU ha solicitado al Ministerio de Consumo la realización de una campaña que distinga el significado de la fecha de caducidad de la de consumo preferente, ya que pese a que la mayoría de los encuestados aseguraban tener claro que su significado, solo el 41% supo contestar sobre sus diferencias.
La confusión es mayor entre los de más de 60 años que en otros grupos de población en parte porque miran mucho más que los de otras edades la fecha de caducidad y el origen del producto. Explicado de forma breve, la diferencia radica en que las fechas de caducidad indican «cuándo un producto ya no es apto para el consumo», mientras que las fechas consumo preferente indican «cuándo la calidad de un producto comienza a deteriorarse». Una información que también puede ser utilizada por las marcas para confundir al consumidor.
Los degradados en los logotipos, ¿tendencia del pasado?
Si pensamos en los degradados en los logotipos es posible que nos vengan a la cabeza esos diseños rocambolescos de principios de los 2000, con el auge de Internet y las páginas web. Si bien la tendencia actual es reducir al máximo los detalles y los colores, prescindiendo del uso de degradados y variedades de colores, eso no significa que estén prohibidos o no podamos usarlos. En este post os dejamos unos puntos clave para poder hacer un buen uso, más actual, de los degradados.
¿Qué es un degradado?
El degradado es una combinación de uno o varios colores ordenados de forma lineal en la que se realiza una transición gradual, suave y progresiva.
Para conseguir un buen degradado es necesario ir reduciendo el color principal e ir aumentado los colores secundarios para así, crear nuevas tonalidades creadas a partir de la fusión de los diferentes colores. El resultado final es añadir profundidad a la imagen y hacer énfasis en las partes del diseño más importantes.
Tipos de degradado
Existen diferentes maneras de realizar degradados dependiendo del impacto visual, pero los más utilizados son los siguientes:
Lineal: la transición de uno o varios colores se realiza de un punto inicial a un punto final de forma recta y lineal.
Radial: esta forma es similar al degradado lineal pero en vez de realizar una transición recta del color, se realiza en forma de círculo. Empezará con un color en los bordes que se irá transformando en otro en el centro.
Dónde usar este efecto
- Creación de un logotipo
- Creación de un background de una página web
- Creación de diseños impresos como: carteles, roll up publicitarios y lonas impresas
Consigue un acabado de 10
Hacer un degradado no suele ser complicado, actualmente la mayoría de programas de diseño gráfico te ofrecen la opción de hacerlo de forma fácil. Lo más difícil, no es hacer bien la técnica sino elegir bien los colores. El resultado dependerá al 100% de los colores que utilicemos en su diseño. A continuación, te damos algunos consejos para conseguir un degradado de 10:
- Nunca lleves el degradado hasta el 0%. Lo más importante es evitar degradados que contengan el color blanco sobretodo, si quieres imprimir el diseño. Normalmente, el degradado con blanco tiene un acabado espectacular pero muchas veces la tinta no lo puede transmitir bien al soporte.
- No añadas más de 3 colores distintos para evitar sobrecargar el diseño.
- Intentar utilizar colores análogos para realizar los gradientes. Es decir, aquellos colores que en la escala cromática están una cerca de otro como por ejemplo: el verde y el amarillo o también puedes optar por crear degradados de varias tonalidades de un mismo color.