La semana pasada hablamos de la Inteligencia Artificial aplicada al diseño gráfico, y esta semana vamos a seguir ampliando el tema para entender un poco mejor cómo pueden sernos útiles en nuestro trabajo y también si es posible que nos reemplacen en un futuro próximo.
Si pensamos en el «futuro», visto desde la perspectiva de las películas o series de los 2000 y anteriores, nos vienen a la mente esas imágenes rocambolescas de robots y coches voladores, donde nadie trabaja realmente en tareas clásicas y todo está automatizado y perfectamente coordinado. Si bien en el presente hay muchas tareas que sí se han automatizado y la presencia humana no es tan necesaria, aún estamos muy lejos de ese idílico futuro. Sin embargo, la irrupción de las Inteligencias Artificiales en los últimos años ha supuesto una verdadera revolución en cuanto a nuestro día a día. IAs para recrear voces, imágenes, vídeos, textos… pero eso es solo la punta del iceberg. A nivel industrial hay muchas formas en las que esas IAs ya trabajan con nosotros, como por ejemplo detectando una temperatura inadecuada y parando la máquina o enfriándola, notificando si un envío va a sufrir alguna complicación o retraso debido a las condiciones del trayecto… los casos son innumerables, y podríamos estar todo el día hablando de ello.
Según la empresa especializada en tecnología Gartner, para finales de esta década, el 85% de las interacciones que se realicen con los clientes no requerirán representantes humanos. Las predicciones de la firma nos dicen que el análisis automatizado de los canales de medios sociales, software de CRM y chatbots personalizados que reconocen caras y voces reducirá en gran medida la necesidad de los centros de llamadas tradicionales. Si bien las máquinas realizan tareas complejas, hay algo propio de la humanidad que todavía no pueden emular. Ello tiene que ver con las habilidades socioemocionales que se necesitan cuando se trabaja con otras personas. De igual forma, el desarrollo continuo de habilidades digitales y creativas indispensables para adaptarse a los cambios continuos de las tecnologías.
La gran revolución de este último año ha sido la Inteligencia Artificial. Hemos visto cómo han surgido IAs de todo tipo, tanto de texto, sonido, imágenes y vídeos. Algo que hace un tiempo sería completamente impensable, hoy en día va tomando forma y cada vez está más avanzado, hasta el punto que algunas personas se cuestionan si su puesto de trabajo está en peligro por la irrupción de estas herramientas. A día de hoy podemos decir que no, y es más, deberíamos empezar a utilizarlas para hacernos la vida más sencilla en nuestro día a día.
En el post de hoy hablaremos de algunas formas de ayudarnos a que nuestros diseños tengan un mayor impacto, ahorrar tiempo y lograr un resultado espectacular, siempre ayudados por la Inteligencia Artificial pero sin depender completamente de ella, sino usándola como complemento.
Actualmente, la tecnología de IA mejora el rendimiento y la productividad de la empresa automatizando procesos que antes precisaban esfuerzo humano. La IA también puede dar sentido a los datos a una escala que ningún humano jamás podría. Esta capacidad puede generar importantes ventajas para la empresa.
La mayoría de las empresas ha hecho que la ciencia de datos sea una prioridad, por lo que están realizando grandes inversiones económicas en ella. Gartner realizó una encuesta a más de 3.000 directores de tecnologías y sistemas. Los encuestados clasificaron la analítica y la inteligencia empresarial como las tecnologías más importantes para sus organizaciones. Es decir, consideraron que estas tecnologías son las más estratégicas para sus empresas y, además, son las que están atrayendo nuevas inversiones.
La Inteligencia Artificial en el Diseño. Es importante tener en cuenta que la inteligencia artificial no puede reemplazar la creatividad y el juicio humano en el diseño gráfico. Los diseñadores gráficos siguen siendo responsables de la definición de la estética y la dirección creativa de un proyecto. Su experiencia y conocimiento es y continuará siendo imprescindible. Algunos ejemplos en los que podemos aplicarla son:
Generación automática de diseños. Con la IA, es posible crear diseños en base a ciertos criterios y preferencias del usuario, sin la necesidad de intervención humana.
Análisis de tendencias y preferencias. La inteligencia artificial puede analizar grandes cantidades de datos para identificar tendencias y preferencias en el diseño gráfico en términos de colores, tipografías, imágenes, etc.
Mejora de la eficiencia en el proceso de diseño. Puede automatizar tareas repetitivas, como el redimensionamiento de imágenes o la creación de borradores de diseño. Esto ayuda a los diseñadores a centrarse en el desarrollo creativo.
Creación de experiencias interactivas. La IA puede utilizarse para crear experiencias interactivas en tiempo real, como animaciones y efectos visuales que respondan a la acción del usuario.
¿Quieres saber cuáles son las tendencias para este año 2023 en el ámbito del diseño gráfico? En este post haremos un breve repaso de algunos estilos y colores con los que seguro que llamaremos la atención y lo «petaremos».
No es sorpresa para nadie que todos los años la empresa Pantone lanza su color para el próximo año venidero. En este año 2023 el color es el Viva Magenta, un color llamativo y vivo, que sin duda alguna llama al optimismo y la alegría.
Pero no terminamos aquí con los colores, pues según una encuesta realizada por WSGN (Worth Global Style Network) estos son los colores más votados para los sectores de la moda, tecnología, interiorismo…
En cuanto a tipografías, vemos un auge de las fuentes experimentales y rocambolescas. La principal característica del uso de las tipografías experimentales es que son diferentes y llamativas. También aportan movimiento y dinamismo a la composición a través de sus formas irregulares, lo cual las hace más divertidas. Este estilo tipográfico va muy de la mano con la creatividad y la sensación que queremos transmitir mediante la propuesta gráfica.
En la antítesis encontramos el Retro Flat. Su principal característica es que se crea a partir de formas e ilustraciones hechas con formas planas y el uso de colores llamativos que contrasten entre sí. Además, suele estar acompañado por tipografías redondeadas y con bordes gruesos y oscuros.
Pero sin duda alguna, este año 2023 se caracteriza por los diseños generados por Inteligencias Artificiales. Si combinamos esas imágenes (retocadas y mejoradas) con diseños propios, lograremos unos resultados espectaculares que, de otra forma, nos habría llevado mucho tiempo realizar.
Y vosotros, ¿qué opináis de estas tendencias? ¿Incluiríais o quitaríais alguna? Os leemos.
Hasta ahora hemos hablado de los colores, los degradados, el tipo de papel y los tipos de impresiones. Sin embargo, nos hemos «olvidado» de un aspecto importantísimo de los diseños, logotipos, textos… Sí, nos referimos a la tipografía.
Está claro que un tipo de fuente más elegante no transmite lo mismo que un tipo de fuente más informal, pero ¿cómo podemos distinguir ambos tipos y qué características tienen?
Empecemos con las tipografías con serifa. Las tipografías con serifa son aquellas que cuentan con remates o terminales, que son esos pequeños adornos ubicados en los extremos de los trazos de los caracteres. Esta se caracterizan por dar un aspecto clásico y formal, en ocasiones elegante y es posible que algo anticuado o serio. Son tipografías idóneas para párrafos o textos largos, ya que los pequeños terminales o serifas contribuyen a que se cree una línea imaginaria bajo el texto que facilita mucho lectura a nuestro ojo.
Las tipografías sin serifa o de palo seco, por el contrario, son las más utilizadas en el día a día y se pueden emplear para prácticamente cualquier diseño o texto que se nos ocurra. En este sentido, podemos decir que son tipografías todoterreno. Se caracterizan por la ausencia de remates y terminales. Se diseñan sin serifas y suelen asociarse con la tipografía comercial, ya que ofrecen un resultado muy bueno para la impresión de titulares o poco texto, en carteles y publicidad. Este estilo de fuente evoca modernidad, seguridad, neutralidad y minimalismo.
Aunque este tipo de fuente tipográfica no cuente con la línea invisible que consiguen las tipografías Serif para los textos largos, es muy recurrida también para textos en pantalla y textos en tamaños pequeños. Gracias precisamente a la ausencia de terminales y remates, esta tipografía puede resultar más legible en textos de pequeño tamaño que su hermana mayor.
Las tipografías manuscritas o cursivas imitan a la escritura del ser humano. Generalmente este tipo de tipografías cuentan con una tendencia itálica o cursiva claro. Las letras se ligan entre sí y encontramos curvas más pronunciadas que en las tipografías con serifa o de palo seco. Se emplean sobre todo en logotipos que tengan que ver con algo artesanal, casero o hecho a mano, ya que nos transmite cercanía y profesionalidad.
Por último tenemos las tipografías display o decorativas. Son menos formales, más alocadas y dispares, por lo que podemos utilizarlas para una variedad muy amplia de situaciones. En muchas ocasiones no se crea una familia tipográfica completa (todas las letras) sino que se realizan únicamente las letras a emplear, ya que estas tipografías no son adecuadas para textos y no tendría sentido invertir tiempo y esfuerzo en algo que no se va a utilizar.
No solamente podemos imprimir con tinta nuestros diseños en el papel. Si bien es lo más común (y, siendo sinceros, económico), si queremos darle un toque especial a nuestro producto podemos optar por darle relieve al papel y lograr un acabado espectacular, elegante y llamativo para los clientes.
Uno de los detalles más importantes a la hora de tratar de vender algo es llegar al público. Si nadie ve lo que vendemos, por muy bueno que sea, será un fracaso total y todo el esfuerzo habrá quedado en nada. Es por eso que en este post hablaremos acerca de los tipos de relieves que podemos realizar en las etiquetas o envases.
Consiste en imprimir en relieve logotipos o ilustraciones como tipografía. Lleva el nombre de “en seco”, ya que no requiere la utilización de tintas ni barnices, solo ejerciendo presión entre dos moldes. Para que el grabado tenga un efecto más llamativo, se puede imprimir el diseño y posteriormente dar el golpe seco.
Es como el golpe en seco normal, pero con una mayor altura y un detalle superior.
Es el proceso químico y térmico en donde se crea un falso relieve mediante la mezcla de resina y otros químicos que inflan la tinta al someterse a altas temperaturas. Es una alternativa del relieve donde se aplica presión.
La impresión por termorelieve es una técnica de impresión fantástica que se utiliza habitualmente en tarjetas de felicitación, invitaciones de boda y otros materiales impresos que requieren un estampado con un aspecto natural. Algunos impresores utilizan este proceso para hacer que los elementos de la fuente o la imagen impresa tengan un aspecto 3D, al igual que muchos aficionados que se dedican a la impresión artesana para sus propios proyectos caseros.
El diseño gráfico, aunque no lo parezca, es algo con una amplia historia a lo largo de la humanidad. Tendemos a pensar que surge con el «boom» del consumismo y redes sociales, con el único objetivo de vender más y llegar al mayor público posible. En esta publicación haremos un resumen rápido de distintos aspectos de la historia, y en el post de la semana que viene hablaremos del diseño gráfico en la actualidad.
La comunicación visual es tan antigua como nuestra existencia, aunque ha sido un largo viaje desde las herramientas de piedra hasta las tabletas digitales. La historia del diseño gráfico es una que abarca la totalidad de la existencia humana y tiene el poder de inspirar e informar incluso a los diseñadores gráficos modernos. En términos más prácticos, las tendencias estilísticas son cíclicas, y estudiar el pasado puede inspirar algunas ideas innovadoras en el presente. El diseño gráfico en sí comenzó realmente después de la invención de la imprenta en 1440, pero las raíces de la comunicación visual se remontan a los tiempos de los hombres de las cavernas.
Parece que los humanos siempre han tenido un impulso inherente hacia el arte, como lo demuestran las primeras pinturas rupestres que datan de tiempos prehistóricos. Los sujetos varían desde los animales hasta las huellas de las manos y los eventos como la caza, y se han encontrado en todo el mundo (Australia, España, Indonesia, Francia, Argentina, por nombrar algunos). Los historiadores debaten los finos detalles en cuanto a que éstos estaban destinados a comunicarse con (ya sea entre sí o sus dioses), pero una cosa que está claro es, desde el principio, la humanidad está representada una habilidad especial para comunicarse con los efectos visuales.
En la Edad Media, la tipografía comenzó a despegar a medida que la humanidad comenzó a expandir sus horizontes estéticos en las propias letras y palabras. Debido a que los textos de este período se produjeron y se replicaron a mano, un poco de arte hizo que los libros fueran más valiosos y diferenciaron a algunos eruditos. En las culturas islámicas, la tipografía era doblemente importante porque el arte figurativo era visto como un sacrilegio , lo que significaba que la tipografía era una de las pocas formas permisibles de expresión artística.
La imprenta dio paso al «coranto», el precursor del periódico. Y a principios de 1600, estos corantos presentaron los primeros anuncios impresos.
Para ser justos, los anuncios escritos se remontan al antiguo Egipto, pero esta es la primera vez que vemos imágenes en anuncios producidos en masa.
En el mundo del Marketing y la Comunicación nada es casual. Colca-Cola no ha logrado que todo el mundo relacione el color rojo con su marca gracias al azar, Kleenex no ha convertido el nombre de su marca en la denominación que muchos utilizan para referirse a cualquier pañuelo de papel por un golpe de suerte y tampoco Apple ha conseguido que su manzana mordida llegue a lo más alto gracias a un impulso divino.
La creación de una marca y el reconocimiento público de la misma no son tarea de un solo día ni dependen de la suerte. En el proceso creativo y empresarial todo está medido. Hasta lo más pequeño cuenta y los jefes de diseño y de producto lo saben. Por eso, cuando se lanzan al mercado nuevas marcas o se rediseña la imagen de una compañía ya preexistente, es precisamente en esto en lo que los profesionales ponen el ojo: la diferencia está en los detalles y ninguno debe escapar a su control. Si miramos bien los logos están llenos de simbología que pretende generar un impacto positivo en nosotros como potenciales clientes.
Aquí algunos ejemplos:
Amazon, la felicidad de poder comprarlo todo
Tal y como se ve en la imagen, el logo del gigante del comercio electrónico Amazon pretende mostrar una imagen muy positiva de la marca. Con la flecha que aparece debajo del cartel, Amazon quiere trasmitir la felicidad que, según ellos, sienten sus clientes después de comprar en su página web; y señalando la a y la z nos muestra que, en su plataforma, podemos encontrar de todo: desde la a hasta la z.
Adidas acepta el desafío
El logotipo de Adidas, lo hemos visto en unas cuantas ocasiones, tal y como se desgrana en la imagen, simboliza el desafío y las ganas de superarlo. Además, con la forma que forman sus tres líneas también se puede identificar una montaña, un entorno muy relacionado con el deporte.
Aribnb y el amor por las personas y los lugares
Airbnb no ha dejado espacio para la duda. Con su logotipo, que a simple vista no es más que una flecha apuntando hacia arriba o un corazón del revés, la compañía de gestión de alojamientos turísticos une la A, el dibujo de una persona, la flecha tan característica que señala los lugares en un mapa y un corazón para, con una simple imagen, tratar de transmitir a sus clientes que allí a dónde vayan, se encontrarán a gusto si lo hacen con Aibnb.
Toyota, también un todo en uno
El logo de Toyota integra todas las letras que forman el nombre del fabricante de automóviles japonés en un dibujo que a primera vista parce un toro. En este caso, una imagen vale más que mil palabras para explicar como el diseñador del logotipo consiguió semejante integración.
Tesla, un trozo del motor eléctrico
Elon Musk tiene claro que el gran valor de su compañía de automóviles son los motores eléctricos, por eso el magnate, y su equipo de Marketing, claro está, no dudaron en llevar a su logotipo una parte de uno de ellos.
Si pensamos en los degradados en los logotipos es posible que nos vengan a la cabeza esos diseños rocambolescos de principios de los 2000, con el auge de Internet y las páginas web. Si bien la tendencia actual es reducir al máximo los detalles y los colores, prescindiendo del uso de degradados y variedades de colores, eso no significa que estén prohibidos o no podamos usarlos. En este post os dejamos unos puntos clave para poder hacer un buen uso, más actual, de los degradados.
El degradado es una combinación de uno o varios colores ordenados de forma lineal en la que se realiza una transición gradual, suave y progresiva.
Para conseguir un buen degradado es necesario ir reduciendo el color principal e ir aumentado los colores secundarios para así, crear nuevas tonalidades creadas a partir de la fusión de los diferentes colores. El resultado final es añadir profundidad a la imagen y hacer énfasis en las partes del diseño más importantes.
Existen diferentes maneras de realizar degradados dependiendo del impacto visual, pero los más utilizados son los siguientes:
Lineal: la transición de uno o varios colores se realiza de un punto inicial a un punto final de forma recta y lineal.
Radial: esta forma es similar al degradado lineal pero en vez de realizar una transición recta del color, se realiza en forma de círculo. Empezará con un color en los bordes que se irá transformando en otro en el centro.
Hacer un degradado no suele ser complicado, actualmente la mayoría de programas de diseño gráfico te ofrecen la opción de hacerlo de forma fácil. Lo más difícil, no es hacer bien la técnica sino elegir bien los colores. El resultado dependerá al 100% de los colores que utilicemos en su diseño. A continuación, te damos algunos consejos para conseguir un degradado de 10:
Desde hace unos años hemos visto cómo prácticamente todas las grandes compañías han ido rehaciendo su imagen de marca para, en resumen, simplificarla, ya sea mediante la eliminación de degradados que tanto éxito tuvieron a principios de los 2000 como de la simplificación de las formas, encaminándose hacia un diseño más minimalista. Atrás quedaron esos diseños tan rebuscados y complicados del siglo pasado: lo que está de moda ahora es el minimalismo.
La necesidad de sobresalir dentro del océano de productos y servicios que en la actualidad compiten en el mercado, ha obligado a los diseñadores gráficos a buscar soluciones que permitan destacar las marcas de sus clientes. El marketing exige expresar conceptos complejos de forma sencilla y limpia y en este contexto, el minimalismo se ha presentado siempre como una alternativa muy eficaz. Ante la sobreabundancia, la sencillez. Ante el ruido, el silencio. Ante la tempestad, la calma.
El minimalismo utiliza un grupo muy reducido de elementos, como colores, formas o texturas, y en sus obras la composición es muy elemental, constituyendo un auténtico tributo a las síntesis visual.
En el uso de los colores, por ejemplo, el diseño gráfico minimalista renuncia a los colores llamativos, los degradados y los patrones complejos, y opta por los colores planos, los fondos blancos y los espacios vacíos.
En las tipografías, los diseñadores minimalistas huyen de las serifas y prefieren las fuentes de palo seco, como, por ejemplo, Futura (diseñada precisamente por la Bauhaus, en concreto por el tipógrafo Paul Renner en 1927), Helvetica, Antique Olive o Frutiger.
Lo que se busca es no sobrecargar el sitio con elementos que no aportan nada a la funcionalidad del mismo o al objetivo con que fue creado. En este sentido, menos es más. Normalmente pensamos que el diseño minimalista es «aburrido» por no poseer demasiados recursos estéticos. Sobre esto debemos plantearnos, ¿debe el diseño divertirnos? ¿Cuál es el verdadero rol de una pieza o de un trabajo de diseño?